Aventuras y desventuras del niño centella, de Bill Bryson

Después de un largo descanso de leer y grabar por culpa de acontecimientos de salud, he retomado el escuchar libros con Aventuras y desventuras del niño centella, de Bill Bryson.

Me lo habían recomendado porque era divertido. Y realmente es un libro divertido, con un fino sentido del humor.

La historia está narrada en primera persona. El protagonista nació en el 51, y habla de su infancia, sus primeros años en la escuela primaria, su preadolescencia, sus intereses por la sexualidad, la adolescencia, los últimos cursos estudiados antes de la universidad,… Todo contado muy ameno, de una forma muy precisa y personal.

Tengo que decir que al ir escuchándolo, no es que yo me haya visto reflejada en la vida del niño, claro, pero el niño cuenta una vida en una ciudad del centro oeste de EE.UU. en los años 50 que sí me ha hecho pensar en cómo vivíamos aquí en España.
Hijo de unos padres de clase media, periodistas, el autor revive sus aventuras, el día a día con sus amigos, sus ocurrencias.

Luego cuando llega a ser un niño con una cierta independencia cuenta la vida familiar: la relación con sus abuelos, con sus tíos, con un humor muy satírico. Cuando empieza ya a desplazarse por el pueblo: cines, trampas de niños, lugares que visita con su madre,… y durante todo el libro va describiendo cómo era la ciudad.

Es la época de la llegada de los electrodomésticos en todos los hogares: televisión, frigoríficos, coches,… una cierta comodidad. También fue la época del Baby Boom. Cuenta que nacieron 70 millones de niños en aquella época. Cómo era una América feliz, la inmensa cantidad de fábricas que se crearon sustituyendo a las de armamento que se habían construido durante la guerra y refleja esto, que la Segunda Guerra Mundial fue un gran negocio para América.

Es una vida feliz, idílica, con libertad, con cercanía, con vecinos,… y yo, que ya soy una persona muy madura ya, he visto reflejados estos cambios que cuenta de América en nuestra España. Todos estos cambios que describe el libro se produjeron aquí en la década de los 60.

Reflexión final

El libro termina cuando el protagonista vuelve a su ciudad natal, ya adulto, escritor, y ve su ciudad como puedo ver yo Valencia, mi ciudad, ahora.
¿Dónde están los cines? En las grandes superficies. ¿Dónde están la tiendas? Como aquí, en las grandes superficies. El paisaje de la ciudad, tal y como era en su infancia ha desaparecido. Hasta han desaparecido los niños jugando en las calles, las relaciones de vecinos, todo el mundo encerrado en sus casas.

Otro punto importante es cómo describe a sus amigos, a sus amigos íntimos. Historias graciosas vividas con ellos, y cómo el devenir de la vida los ha llevado por territorios que no se esperaban, unos brillantes y otros menos.

Esta reflexión, algo melancólica, no quita que es un libro muy divertido. Anécdotas muy bien contadas, divertidísimo.

Y tengo que dar la enhorabuena a la Fundación Once y decir que el señor que lo ha leído, lo lee con un estilo muy personal y parece que sea realmente él el niño, el protagonista del libro.

Aventuras y desventuras del niño centella se puede leer en una tarde de invierno o de confinamiento, o simplemente de las que te quedas en casa. Y te deja un estupendo sabor de boca.
De hecho leeré algún otro libro del autor.