El otro día escuché con interés la entrevista que Teresa Viejo hizo a Luis Rojas Marcos, el psiquiatra de Nueva York, y más allá de la presentación del libro que acaba de escribir me resultó muy curioso el relato de su infancia.
Fue un niño al que seguramente hoy habrían diagnosticado algún trastorno de la conducta, pero en aquel tiempo en el que su afición era subir a los tejados de las casas solo escuchaba la queja de su madre, que no sabía qué iba a hacer con aquel niño que no tenía muchos amigos y que con catorce años suspendió todas las asignaturas en la escuela.
Es un relato curioso y entretenido. Comparto aquí el enlace:
Luis Rojas Marcos en La Observadora.