Hace unos días mi hija Ana me comentó: He ido a la casa del libro y ojeando he visto este pequeño libro (unas cuarenta y tantas páginas).
Mi hija muchas veces me ha oído hablar del año que nevó en Valencia. Debido a mi edad, soy casi de la misma edad que Chirbes, me acuerdo de aquel día, y siempre una nevada en la ciudad de Valencia te lleva a una anécdota.
El libro está escrito con la maestría de la prosa de Chirbes.
Cuenta un viaje a Valencia con su madre. Su padre había fallecido en un accidente y él viene a Valencia al cumpleaños de uno de sus tíos, hermano de su padre. Describe cómo era la familia, quién la componía, dónde vivían, muy cerca de donde vivo yo actualmente, en la calle Sagunto. Y describe un poquito lo que era la Valencia de aquel momento.
Son recuerdos entrañables. Su madre, viuda, con el luto que se llevaba aquellos años, ha venido a esta celebración ya vestida con un medio luto, con una blusa con algo de colorido. Recuerda también a su madre bailando, un tío suyo coqueteando con ella.
Lógicamente empieza describiendo cómo una nevada grandísima paralizó toda la ciudad. Luego cuenta cómo se van a Galicia. Su madre contrae matrimonio con un señor, y Chirbes cuenta una pequeña anécdota. A este señor le llamaban «el canario», y cuando su madre se casó con él, ella pasó a ser «la mujer del canario» y él, niño, «el hijo del canario».
Esta anécdota la relaciono con un hecho familiar. Tengo un sobrino al que llaman «el canario» porque cuando era pequeño, sus padres por motivos de trabajo se trasladaron a Canarias, y lo que pensaron que iba a ser una cosa temporal,… hasta hoy. Y mi sobrino volvió a la península, pero todo el mundo lo conoce como «el canario». Y su mujer es «la mujer del canario», y sus hijas, «las hijas del canario».
El libro termina cuando él vuelve a Valencia con unos años más.
Leyendo el libro he recordado mi anécdota de aquel día que nevó en Valencia, que cuento en el próximo post.